1) Acierto más irrelevante: La "Recuperación de la Diplomacia"
Desde los primeros acercamientos con la legislatura fue claro que el nuevo Ejecutivo entendía el funcionamiento de las asambleas, los rituales del trabajo legislativo y las sensibilidades de los partidos. En su caso, el conocimiento es parte de su experiencia política central. En efecto, Calderón dio sus primeros pasos en la pista partidista y conoce, desde dentro, el funcionamiento de un parlamento. Gracias a ese entrenamiento, el gobierno ha podido trabajar con el Congreso. Se ha negociado mucho, se ha cuidado el lenguaje, se ha mostrado apertura para encauzar las exigencias de otros. De este complejo diálogo entre poderes ya han salido frutos. Tras una larga parálisis, el vehículo de la política ha empezado a moverse de nuevo.
3) Desacierto más grave: Indiferencia y Lentitud en Desmantelar Estructuras Monopólicas
Como Jorge Castañeda dice lapidariamente (y correctamente):
En su primer año de gobierno, el presidente Calderón no ha querido, o no ha podido, poner en práctica una sola medida antimonopólica digna del nombre.
Un lugar donde las fortunas oligopólicas se construyen a partir de la protección política y no de la innovación empresarial. Donde aquellos que Jorge Zepeda Patterson -en su nuevo libro- llama "los amos de México" han promovido la extracción de rentas en lugar de la promoción de mercados competitivos. Donde el crecimiento es menor que en el resto de América Latina, debido a los cuellos de botella que los oligopolios han diseñado, y sus amigos en el gobierno les ayudan a defender.
Lo más preocupante es que Calderón parece pensar que esto no es ni urgente ni prioritario, como gran parte de la clase política mexicana. Peor aún, es un tema que genera más bien apatía entre la ciudadanía y, por supuesto, tiene sus defensores del status quo entre la clase empresarial. Aquí la columna de Calderón en The Economist donde verán que solo menciona por ahí que hay que introducir más competencia a las telecomunicaciones pero eso es todo. Hay mucho, mucho más que hacer en este campo pero parece conformarse con una quinta parte de lo que se tiene que hacer.
4) Interrogante mayor: La militarización de la lucha contra el narcotráfico
Muchos han opinado que es terrible recurrir al ejercito en la lucha contra el narcotráfico y que el ejercito no está allí para eso. Los resultados han sido hasta ahora positivos (incautaciones récord de cocaína, extradición de docenas de capos, colaboración internacional exitosa, un golpe duro contra el cartel del golfo) pero a largo plazo todo es aún bastante incierto. A la larga se podría estar exponiendo al ejercito a fuerzas que lo pueden corromper o se le está dando un poder que no conviene que tenga sin contrapesos.