3.12.07

¿Principio del fin de Chávez?



El titular en la primera plana de El Universal de hoy: "Pierde Chávez referendo; tendrá que irse en el 2013."

Lo primero es un hecho. Lo segundo es más bien una predicción (o un buen deseo) pero de ninguna manera una certeza. Sin lugar a dudas Chávez hará lo posible para tratar de que el referendo pase antes de que expire su (tercer) término y tiene cinco años para lograr eso.

Pero la importancia de la derrota que sufrió ayer no debe ser subestimada. Es la primera votación importante que pierde desde que llegó al poder en 1998 y el más duro revés a sus planes de "refundar la república". En mi opinión, más que nada, revela un profundísimo error de cálculo político de su parte.

Chávez pensó que podía comprar el voto juntando propuestas que prometían extender el clientelismo (los beneficios sociales al sector informal y reducir la jornada laboral de 8 horas a seis) con reformas que centralizarían el poder aún más en sus manos y lo haría casi totalmente discrecional, eliminando los últimos contrapesos que siguen intactos (un Banco Central independiente, algunos municipios y gobernaturas controladas por la oposición).

Y lo hubiera podido lograr.

Pero además se atrevió incluir en las reformas medidas para abolir todo límite a la prolongación de su mandato (mediante la relección indefinida). Con eso le dió a la oposición la razón de que piensa perpetuarse en el poder con lo cuál unió a una oposición muy dividida y movilizó a segmentos de la población hasta ahora apolíticos (como los estudiantes).
En esta ocasión las dádivas prometidas no compraron suficientes votos. Todo parece indicar que una enorme proporción de los chavistas se quedaron en sus casas y que fue la oposición la que salió en hordas a votar en contra. Exactamente lo opuesto a lo que ha caracterizado hasta ahora a las votaciones venezolanas en donde la abstención favorecía a Chávez.

Chávez siempre le ha apostado a la polarización y en esta ocasión funcionó en su contra. Pensó que al insultar a Aznar y romper relaciones con Uribe (lo cuál no tuvo nada de espontáneo) podía despertar un nacionalismo vulgar y juntar al país alrededor de su líder-redentor. No funcionó.

Luego pensó que si acusaba a los estudiantes opositores con ser agentes de la CIA, peones del imperio e incluso terroristas iba poder convencer a la población de que la oposición política era un peligro mortal para el país. Tampoco funcionó.
Y creyó que al sacar del aire a la última cadena de televisión crítica podía acallar a la oposición. Y tampoco funcionó.

Chávez, creo yo, se podría haber salido con la suya de tener una presidencia omnipotente (que ya de por si acumula hoy por hoy un poder incompatible con un regimen democrático). Pero aparte quiso eternizarse en el poder y eso es lo que los Venezolanos le negaron.

No me queda duda de que con o sin la aprobación de los venezolanos Chávez tratará de permanecer en el poder y seguir acaparándolo. La pregunta es como lo piensa hacer, como estratega político brillante que a veces ha demostrado ser o como un demente en el poder que también da muestras de ser.

1 comentario:

Carlos H. Fonseca Zárate dijo...

Estoy de acuerdo con vos... Chávez está pagando los costos políticos de su "torpeza internacional"... ¡le falta pelear con los extraterrestres!