13.5.08

Costos de Oportunidad de los Supetúneles a Santa Fe


Hace un par de semanas se anunció un plan para construir unos "supertúneles" para unir a Reforma con Santa Fe, los dos centros financieros y empresariales más importantes del país.

La obra va ser financiada enteramente por la iniciativa privada y la inversión de 18,000 millones de pesos será recuperada por medio de peajes que se le cobrarán a los usuarios de los 10km de vías.

En la blogósfera y en unas cuantas conversaciones con colegas capitalinos he escuchado opiniones por lo general negativas sobre el proyecto. Aún no he escuchado, lamento decir, una buena razón para oponerse a la obra. Algunas de las quejas más comunes:

1) Más vialidades= más tráfico vehicular.
2) Se debería de invertir en transporte público en vez vialidades para transporte privado.
3) Santa Fe es un desastre en urbanismo.

No hay manera de negar la última de estas quejas, pero eso no cambia el hecho de que Santa Fe se ha convertido en el centro financiero y empresarial de México y cada vez más también en un área donde se concentran servicios educativos y espacios comerciales y recreativos. Es muy común que en grandes ciudades se amontone la gente en un espacio relativamente pequeño y eso es una señal de que las actividades que allí se desempeñan son de muy alto valor. Tanto así que la gente está dispuesta a lidiar con altos costos, incluyendo un tráfico infernal (en el caso de Santa Fe los olores de cloaca cuando llueve es otro sacrificio más con el que hay que lidiar), con tal de estar cerca de otras personas clave para su trabajo (profesores, empresarios, banqueros, etc.).

Si existe tráfico es porque hay áreas de la ciudad que son muy concurridas. El no construir vialidades no elimina que la gente se quiera desplazar para allá. Entonces para empezar es válido decir que muy a pesar de la nula planeación con la que Santa Fe ha crecido y de resumir todo lo que un urbanista le causa pesadillas, Santa Fe se ha convertido en una zona predilecta y no lo dejará de ser en un futuro previsible.

Segundo, no es el gobierno quien va invertir en la obra, como en los segundo pisos, así que no hay razón para pensar que la construcción de los tuneles anula la posibilidad de ampliar el transporte público. De hecho, ya se ha planteado y llevan meses discutiendo la ampliación de la línea 1 hacia Santa Fe. Pero francamente, en la ciudad de México los dos tipos de transporte están muy, muy lejos de poder ser considerados servicios sustitutos. Temo que extender la línea del metro no hará una diferencia suficientemente grande. Hay quienes si dejarían de usar el auto si se les ofrece transporte público pero una masa crítica de personas no lo haría. El automóvil ofrece ventajas, en flexibilidad, comodidad, seguridad y privacidad que el metro no da, y menos en una ciudad tan extensa e insegura como el DF. Pero a parte de construir líneas de metro se pueden hacer otras cosas para ofrecer alternativas al uso individual del auto. Varias otras ciudades han intentado lo que se llama "congestion pricing": se le cobra a uno el derecho a usar ciertas vialidades, de alguna manera la forma de reconocer que el uso del auto genera externalidades negativas como el tráfico y la contaminación. Entre las ciudades que han experimentado con esta idea están:

Congestion Charge - London, U.K.
Toll Collect - Germany
Electronic Road Pricing - Singapore
Valletta Congestion Charge - Valletta, Malta
Congestion Tax - Stockholm, Sweden
Eco Pass -Milan

Odd Numbers da testimonio de como el último de estos ha dado resultados:

The EcoPass system was introduced in Milan at the start of this year and after one month:
Traffic was down 22.7%
Average speed of vehicles was up 11.3%
Subway use was up 9.1%
Pm10 (particulates under 10 micrograms) levels were down 26%
NOx levels were down 21%
Ammonia levels were down by 40%

La idea es que al cobrar por el uso de vías (precisamente lo que van hacer los supertúneles) se incentiva el uso de formas más eficientes de transporte. Y no necesariamente esto implica transporte público: las empresas pueden contratar camionetas para mover empleados, varios colegas pueden compartir un auto (el "car pool") y padres de familia pueden optar por enviar a sus hijos en camiones escolares.