21.8.08

Atletas Post-Nacionales

"Los Juegos Olímpicos son competencias entre atletas individuales o entre equipos de atletas y no entre naciones."

Eso es lo que dice al pie de la letra la Carta Olímpica pero por supuesto que la realidad es muy diferente. Las competencias en las olimpiadas son vistas por la gran mayoría como duelos entre naciones. Los rankings en los medalleros son cuidadosamente analizados como indicadores de desarrollo, barómetros del orgullo nacional, cintas de medición de la estatura de un país. Si no me equivoco, en ninguna olimpiada anterior las banderas han estado tan prominentemente colocadas en las playeras y trajes de baño de los atletas. Todos los simbolismos refuerzan la idea de que compiten no solo individuos, sino naciones y los deportistas son ante todo representantes de su nación. Al entrar al escenario de la competencia una edecán desfila con un letrero con el nombre del país, no del atleta, y al tomar el podio para recibir una medalla se escucha solemnemente el himno de su nacionalidad. Al platicar sobre los resultados se habla en plural -"ganamos nuestra primera medalla", "nos descalificaron", "los chinos ganaron la esgrima"- invariablemente.

Con esa idiosincrasia resulta inevitable que se susciten controversias cuando un atleta cambia, por conveniencia oportunista o auténtica necesidad, de nacionalidad. Según algunos esto es casi tan grave como desertar en una guerra y unirse al ejército enemigo. Según otros es el colmo del poder corruptor del deporte mercenario.

Allí esta el caso de Becky Hammon. No calificó para el equipo de basketbol de EEUU así que en vez de quedarse con las ganas busco una alternativa y la encontró en el equipo de Rusia. Otro caso similar es el de Chris Kaman. El equipo americano del mismo deporte tampoco lo aceptó pero ahora es una pieza clave en el equipo alemán, país de sus bisabuelos. Están los casos de los ping-pongistas chinos que se unieron a equipos de Singapur y de Australia y el de las brasileñas que aceptaron un pasaporte de Georgia para poder competir.

La gran mayoría de casos por supuesto son en sentido contrario: deportistas de países tercer mundistas atraídos a EEUU por becas deportivas o oportunidades de trabajo en equipos profesionales. Incluso las petrocracias árabes, tan escasos en medallas pero sobrados de recursos, han tratado de reclutar atlétas africanos.

Pero pensándolo bien, ese tipo de cambios oportunistas no son en lo más mínimo males para el deporte en si. Muchos países tienen una cuota de cuántos de sus atletas pueden competir en una disciplina. En muchos casos solo permiten a dos o tres competir en su equipo, aunque tal vez haya un tercer o cuarto o quinto que lo merezcan también. El quinto mejor corredor de Jamaica puede ser mejor que el mejor corredor de Francia, por dar un ejemplo. Así, en países altamente competitivos muchos excelentes atletas se quedan en casa porque no califican en los muy competidos primeros lugares.

Por eso Ian Ayres propone un "libre mercado internacional de atletas". Una libre movilidad de talento es más meritocrático, más democrático y en ultima instancia también más justo para los atletas. Emparejan la competencia, hacen más fuertes a otros equipos y así mejoran la calidad de los duelos. Claro, será para países xenófobos un tanto difícil apoyar a alguien con un apellido extranjero.

Pero no hay motivo para exagerar el fenómeno. Estos casos siendo la excepción. Según la BBC a lo mucho 25 atletas cambiaron de nacionalidad específicamente para los juegos olímpicos. Fuera de casi 10,000 participantes es prácticamente insignificante. Ojala hubiera más.

18.8.08

Órbitas regresa, los viernes




En julio Órbitas Internacionales se volvió irregular, inconsistente, incompleto. En Agosto, parecía que estaba a punto de unirse a los blogs-que-son-abandonados-en-el-desierto-cibernético, a-los-blogs-que-mueren-repentinamente-y-no-dejan-testamento, o a los blogs-que-se-van-apagando-como-una-fogata-sin-leña.

En vez de enumerar razones, excusas y justificaciones por la reciente inactividad de este blog, mejor les pido no dejar de visitarlo y/o no borrarlo de su blogroll. Solo que a partir de esta semana habrá un cambio importante: no publicaré a diario como solía hacer y como ahora reconzco esta más allá de lo posible para mi, sino únicamente los viernes. Puede que haya varias entradas por semana, pero todas serán publicadas los viernes. Hasta el viernes.

Paralelos 1908 y 2008

Our grandfathers lived in a world of largely self-sufficient, inward-looking national economies — but our great-great grandfathers lived, as we do, in a world of large-scale international trade and investment... a world destroyed by nationalism.

Esas son palabras de Paul Krugman describiendo como el mundo de nuestros bisabuelos se asemeja en varias maneras - libre comercio entre las naciones, paz entre las potencias mundiales, democracias incipientes- al mundo de hoy. Unos cuantos años más tarde, 1910 para México, 1914 para el resto del mundo, la estabilidad política y la interdependencia económica llegaron a su fin y comenzaron tres décadas de guerras, depresiones económicas y revoluciones. Tardó dos generaciones volver a regresar al punto de integración económica y política en el que el mundo se encontraba en 1908 de nuevo.

A riesgo de parecer fatalista y sin duda exagerando los paralelismos históricos, Krugman se atreve a sugerir que en el 2008 se pueden observar indicios de que el péndulo de la integración económica y el concierto político entre las naciones se está resquebrajando. Podemos estar presenciando el final de la "segunda globalización".

  • Por primera vez desde la segunda guerra mundial, una ronda de negociaciones comerciales, que duró por lo menos seis años, es declarada un fracaso.
  • Una guerra en el Cáucaso estalla, un día antes de inaugurarse el evento internacional que por definición debía significar el cese a las hostilidades. Estados Unidos, la policia del mundo, envuelto en su propio conflicto "colonialista" no puede más que quejarse. Este es el fin simbólico de la Pax Americana.
  • Los gobiernos reaccionan al alza en precios de los alimentos poniéndole trabas al comercio, culpando a otros gobiernos e insistiendo en que hay que ser "auto-suficientes".
Habrá mil disimilitudes entre 1908 y el 2008 pero vale la pena reflexionar hasta que punto la globalización puede seguir avanzando sin toparse con serios obstáculos en su camino.