12.9.07

No hay tal cosa como un Spot Gratis

"There is no such thing as a free lunch" no es un dicho, es una ley económica. Uno puede ser invitado a un banquete o a unos tacos de canasta y no tener que pagar la cuenta pero alguien paga por ellos, alguien tiene que cubrir los costos.

Igual con los spots de propaganda política. Hasta ahora el gobierno paga los minutos de "en el senado trabajamos por ti" al igual que "¿Vas al super o a la comer?" lo paga Comercial Mexicana. Pero con la reforma electoral propuesta los diputados decidieron que no necesitan pagarle a los medios por el tiempo que usan promocionandose. Como ahora quieren disminuir los costos de la campaña y acotar el "poder del dinero" decretan que todo ese tiempo es "tiempo de estado" y que no tienen por que pagar los spots. Pablo Gomez (PRD) dice: las ondas son de la nación, ergo no tienen que pagarlas. Ahora son "gratis".

Pedro Ferriz, conductor de radio, lo comparó con decretar que las carreteras no cobren peaje porque técnicamente son también propiedad de la nación administradas por un tercero. Su analogía es correcta. El que no se pague no elimina los costos o más precisamente el costo de oportunidad perdido. Pierden minutos que podrían vender y que de hecho generan los ingresos que necesitan para operar. Eso es cierto tanto para Televisa como para Radio Papagayo Islas Marías. Lo que van hacer entonces para reaccionar a estos costos es:
  • incrementar los tiempos dedicados a la publicidad para compensar el tiempo perdido que no les reditua nada, disminuyendo tiempos de programación (menos Simpson en la pantalla, menos música en el radio), es decir, el televidente o radioescucha pagan por los "spots gratis".
  • incrementar el costo de los anuncios pasándole la factura a quién los compra, ya sea la Comercial Mexicana o Zapatería Papagayo, quienes pagan al final de cuentas los "spots gratis"
  • disminuyendo costos para compensar por el ingreso perdido. Lo más factible es disminuyendo la planta de trabajo, otros que pagan por los "spots gratis".

    Entiendo que Pablo Gomez y otros diputados no conecten los puntos pero es un poco triste que alguien como Woldenberg diga cosas similares.

    José Woldenberg, ex-consejero presidente del IFE, publica en Reforma hoy "Aciertos, desaciertos y dudas" sobre la reforma electoral. Su columna tiene pocos aciertos y me deja con muchas dudas pero hay un desacierto particularmente grave. Dice que es positivo:
A) Prohibir la compra de publicidad en radio y televisión. Está documentado que lo fundamental del gasto va precisamente a las campañas de spots, lo cual no sólo encarece las contiendas sino que tiende a adelgazar y vulgarizar sus contenidos.

B) Incrementar de manera sustantiva el acceso de los partidos a la radio y la televisión a través del tiempo del Estado, única manera de que la prohibición de compra de publicidad no se convierta en una menor visibilidad de los partidos, sus plataformas y candidatos.

Woldenberg no se opone a que haya publicidad, de hecho quiere incrementarlo, lo que se opone es que se compre. Además parece decir que el que se compre vulgariza los contenidos. Entonces supongo que si se regala se enaltecen. ¿Entonces una comida gratis se vuelve gourmet por ese solo hecho mientras que una comida pagada seguramente le crece moho encima?

Woldernberg también asume que la visibilidad de los partidos es algo deseable de multiplicar. ¡Por favor más anuncios durante tiempos de campaña, no vemos suficientemente a los candidatos en nuestras calles, pantallas y buzones!

¿Al menos van a ahorrarle al contribuyente esas cantidades multimillonarias que pagaban a los medios?

No.

Incrementan el tope de 27 a 41 millones de pesos al día el gasto de campaña permitido.