14.9.07

Vinos de la Tierra del Tequila



Hace un par de semanas tuve la oportunidad de visitar el Valle de Guadalupe cercano a la ciudad de Ensenada. Hogar de 22 viñedos y el 90% del vino producido en México, el valle ocupa una zona semi desértica y escasamente habitada.

Varios viñedos ofrecen desgustaciones y visitas guiadas. Los más grandes, Domecq y L.A. Cetto, tienen recorridos bien organizados (aunque anodinos) y reciben unos cuantos cientos de visitas al día. Aparte de esos dos, visite Chateau Camou, Baron Balche y Adobe Guadalupe. Este último, un viñedo fundado por un americano retirado y su esposa holandesa, destaca no solo por sus vinos (solo cuatro tintos y un rosado) sino por tener el mejor recorrido guiado. Todas las fotos aquí menos la última son de este viñedo y fueron tomadas por mi hermano y yo.

Monte Xanic desafortunadamente estaba cerrado.




No hay punto de comparación entre los dos grandes viñedos con su producción automatizada y escala industrial y los pequeños negocios. Mientras que Cetto cuenta con unas 1,100 hectareas y Domecq unas 2,000, Adobe tiene a penas 50 hectareas y solo produce 40,000 botellas al año, todo para consumo nacional.

Además de los habituales chardonnay y cabernet sauvignon estos viñedos se han aventurado a experimentar y mezclar cepas como la chenin blanc y malbec francesa, la nebbiolo italiana, la zinfandel californiana, y la tempranillo española, e incluso han utilizado pasas para producir vinos de postre. Santo Tomas tiene un vino espumoso.




El valle de Guadalupe también es hogar de uno de esos laboratorios culinarios, el restaurante Laja, que sorprende con cada platillo. Entre los ocho tiempos del menu de degustación algunas de sus creaciones que probé fueron: ravioles de ajos dulces y tres albahacas, ensalada tibia de arugulas, conejo e higos y helado de azafrán.

El penúltimo día del viaje tratamos de llegar a la "Laguna Hanson" un lugar que al parecer tiene pinturas rupestres, aguas termales y una cascada. Viajar al interior de Baja California sin embargo es buscar problemas. Primero nos perdimos durante horas entre veredas de terracería y un paisaje interminable como el de la foto de abajo. Luego acabamos en unos plantíos con unas cosechas muy sospechosas. No podría apostar saber que eran pero dejémoslo en que ese cultivo, a diferencia de la vid del día anterior, muy probablemente si era para exportación. Tal vez orégano.


Estadística de la semana: un italiano consume 62 litros de vino al año, un francés, 58 y un español 45. ¿Un mexicano? 200 mililitros per capita.