12.10.07

En sus Palabras: Beijing



Mi hermano Jaime paso el verano dando clases de inglés en Beijing. Un breve relato de su experiencia en sus propias palabras y fotografías:

Llegue a la capital China despues de once horas de vuelo, tome mis maletas de la banda de equipaje y sali del aeropuerto recordando las dos instrucciones que mi amigo, ya situado en China, me dio al hablarle: "hazle entender al taxista que conoces bien la ciudad y que sabras cuando se desvie de la ruta" y "al llegar a 东直门北小街 dirijete hacia el restaurante y pidete unas veinte brochetas de 牛肉, ahi te espero."


Mudanza en bici.


Confiado de haber impresionado al taxista con mi habilidad de haberle vocalizado las seis palabras de la direccion del apartamento de mi amigo (y otras cuatro que le sugerian que yo tenia un vasto conocimiento de la ciudad), recline la cabeza y cerre los ojos, tratandome de asimilar a los ruidos y olores del lugar que seria mi hogar por los proximos dos meses mientras el taxista escuchaba una novela de artes marciales por la radio a la vez que charlaba con un amigo por su celular. Y es que en Beijing la vista es engañosa. No te sirve de mucho al tratar de deducir lo que la gente murmura en el metro mientras te observa, ni para negociar el precio justo de unos pantalones "Hugo Boss" en el mercado. Pero con una mente abierta no es dificil, aun sin saber el idioma. Pronto se adquiere un "sexto-sentido" para saber si en el restaurante te estan dando brochetas de carne de burro en lugar de res (las cuales saben exactamente igual), y en poco tiempo puedes descifrar las diferencias entre las miradas atrevidas que disparan las nativas en un bar nocturno, algunas en busca de dinero, varias en busca de un romance furtivo con un 外国人, pero la mayoria con la simple curiosidad de entender lo que un extranjero esta haciendo en su ciudad.

Construcción de la villa olímpica. Se puede llegar a ver atrás el estadio
olímpico, ya terminado, que apodaron el "nido de pajaros" obra de Herzog & de Meuron.


Es por esto que mi breve experiencia en China ha sido un tanto conflictiva de narrar. Debido a que trabajaba seis dias a la semana dando clases de ingles, me perdi de mucho de lo que Beijing tradicionalmente tiene que ofrecer en el sentido turistico. Sin embargo pude disfrutar la ciudad como un local, una experiencia que no cambiaria ni por ver todos los palacios, ruinas, templos, y plazas que tiene Beijing. Si alguna sugerencia le puedo dar al proximo visitante de esta caoticamente maravillosa ciudad es que se le acerque sin miedo ni paradigmas, desprendido de los guias turisticos, y aceptando el gusto y curiosidad con la cual la gente ve a los extranjeros. A momentos la contaminacion es sofocante (pasan SEMANAS sin que se pueda ver el sol), la gente grosera, y el origen de la comida un tanto cuestionable. Pero es una ciudad segura, aun a las 4am y en el callejon mas oscuro, y la iniciativa de tratar de entender a una cultura completamente diferente a la nuestra es una experiencia invaluable.


Un evento musical sobre la muralla china. Atrás se puede ver publicidad para las olimpiadas incluyendo su lema "One World, One Dream".


Con dos edecanas de Mongolia en el evento "Andalucía y China: Encuentro de Culturas"