4.3.08

Obama y México

Hace una semana apareció en el periódico Dallas News una columna escrita por Barak Obama titulada I will repair our Relationship with Mexico. Es un intento bastante inteligente de su parte de convencer a dos grupos de votantes en Texas de que es el candidato demócrata con las mejores propuestas en política bilateral con México: por un lado a los latinos que les preocupa la reciente oleada anti-migrante y anti-latina , y por el otro a los trabajadores de cuello azul que les preocupa que sus trabajos "migren" al sur.
Algunas propuestas que hace:
  • Increase technology and real-time intelligence-sharing to allow U.S. and Mexican authorities to track and dismantle drug-trafficking cartels.
  • Invest in anti-drug education on both sides of the border to reduce demand for illicit narcotics.
  • Make a concerted effort to disrupt arms smuggling and money laundering from the United States that supplies Mexican drug cartels with weapons and funds.
    Partner with Mexico to enhance the professionalism of its law enforcement and judiciary officials.
  • I will work with state and local governments to enhance cross-border partnerships in transportation, law enforcement, environmental protection, health care and water usage.
  • To reduce illegal immigration, we also have to help Mexico develop its own economy, so that more Mexicans can live their dreams south of the border. That's why I'll increase foreign assistance, including expanded micro-financing for businesses in Mexico.
Lo cuál parece bastante bien a primera vista pero hay que notar que la mayoría de los temas en la agenda que establece giran en torno a la seguridad nacional de EEUU y sobre todo al problema del narcotráfico. La cuarta propuesta es la excepción y son áreas clave donde hay mucho por hacer, pero desafortunadamente no plantea proyectos específicos para concretizar esto.
El tema migratorio por el otro lado, como era de esperarse, lo toca solo tangencialmente y usando lugares comunes. No menciona nada acerca de una reforma migratoria, ni de programas de trabajadores temporales, ni de hacer algo para frenar la marea xenófoba, lo cuál es bastante revelador.
Le dedica una oración, ni más ni menos, a la agenda comercial y plantea algo verdaderamente contradictorio: pide que se apliquen estándares laborales y ambientales adicionales más estrictos. En el caso hipotético de que estos estándares realmente se implementasen, servirían como obstáculos al comercio lo cuál veo difícil que ayuden a la economía de México y más bien crearían presiones adicionales para la migración.
Pero hay que recordar que el texto no tenía la intención de delinear su política bilateral hacia México, sino de convencer a distintos grupos de votantes, lo cuál no es lo mismo. El que las críticas hacia el TLCAN hayan sido tenues y el que haya reconocido que hay una relación entre la economía de México y la migración a EEUU me parecen buenas noticias.