12.12.07

Reglamentar la Reencarnación

Este tiene que ser mi conflicto diplomático favorito del 2007:


Resulta que el gobierno chino acaba de publicar un reglamento sobre la reencarnación, es decir, ahora la reencarnación se va regir por ciertas reglas burocráticas dictadas por el partido comunista chino.

Esta intromisión de la política en la metafísica tiene por supuesto fines políticos: el partido quiere influir sobre como se escoge el siguiente Dalai Lama, quién supuestamente reencarna en un niño cuando el actual Dalai muere. La tradición es que los monjes con altos rangos deciden (o "descubren") en que cuerpo el Dalai Lama ha reencarnado mediante una serie de pruebas. Pero el partido comunista chino ahora quiere tener cartas en el asunto para evitar que el siguiente Dalai sea como el actual, un insubordinado, o peor aún, un secesionista a favor de la independencia del Tibet.
China ya designó su propio Pachem Lama, la segunda autoridad más venerada en el Budismo en 1995, pero el Dalai Lama se ha negado a reconocerlo y casi todos los Budistas lo ven como una marioneta del partido comunista (pero eso si, calvo y con una de esas túnicas moradas).

Con esta noticia, el Dalai Lama no tardó en montar un contraataque: primero sugirió que va decidir reencarnar fuera de China. Luego, que mejor ni reencarna para evitar broncas. Y ahora esta viendo la posibilidad de designar un Dalai Lama mientras siga vivo lo cuál quiere decir que en vida va escoger el cuerpo en el que va reencarnar, o más precisamente, va tener dos cuerpos simultáneamente. Si solo todos gozáramos de dichos privilegios...

Como esto no tiene precedentes en la historia, las autoridades Chinas han salido en defensa de las tradiciones budistas. ¿Un gobierno comunista que defiende la inmutabilidad de las tradiciones religiosas? ¿Una figura espiritual pensando como estratéga político?

La batalla por la apropiación del alma del Dalai Lama apenas comienza...