18.2.08

Un País Nace (con una horrible bandera)

Ayer 17 de febrero la provincia de Kosovo declaró su independencia de Serbia convirtiéndose en el séptimo estado en surgir de los restos de lo que alguna vez fue Yugoslavia. Se puede decir que es el último paso de la desintegración que empezó hace 17 años de ese país artificial que Tito mantuvo unido con alfileres una cuantas décadas. Los serbios, en su inifinita necedad, han condenado enérgicamente el suceso y aclarado que nunca van a reconocer el estado. Ese "nunca" creo que va durar entre uno y diez años, dependiendo de que tan rápido el resto del mundo reconozca a Kosovo. Mientras tanto sin duda van a dar patadas de ahogado y tomar todo tipo de represalias inútiles en contra de los países que lo reconozcan. Pero de allí no va pasar. Luego de tres guerras, las más sangrientas en Europa en medio siglo, y un intento de genocidio, Serbia es un país derrotado, impotente y poco amado por sus vecinos. Todo intento de conservar unido a la ex-Yugoslavia les ha salido muy, muy caro. Sabía que no puede hacer nada sustancial para evitar el desprendimiento de Kosovo. De hecho, desde hace diez años no gobierna a Kosovo, un protectorado de facto de la OTAN, la Unión Europea y la ONU. Tuvo ocho años para negociar una salida decorosa pero al final prefirió quemar sus barcos.
Ahora comienza un engorroso proceso legal de reconocer a Kosovo como estado internacionalmente el cuál se puede dar por concluido cuando Kosovo sea aceptado como el miembro #193 de las Naciones Unidas.
EEUU, el Reino Unido, Alemania, Francia e Italia ya reconocieron a Kosovo como independiente y según el primer ministro de Kosovo otros cien países pronto se unirán.
Pero varios estados han anunciado que no lo reconocerán, lo cuál debe ser entendido como "aún no" lo reconocerán, pues están enojados de que no se guardaron las formas y temen que establezca un precedente negativo y alentar a sus minorías separatistas. No es ninguna coincidencia que estos estados incluyen a China (preocupado por Taiwán), Rusia (preocupado por Chechenia entre otros), Sri Lanka (preocupado por la región norte separatista), Indonesia (preocupado por Banda Aceh) y España (preocupada por el país vasco), entre otros.
Estos temores son, por la mayor parte, infundados, porque cada caso es único. Puede haber vascos buscando la independencia, pero no han sufrido un genocidio como los kosovares. Los Taiwaneses pueden querer ser reconocidos como independientes, pero nadie se va arriesgar un conflicto nuclear con China para darles gusto. Los chechenos llevan décadas buscando la independencia pero EEUU y Europa han decidido que no van a pelearse con Rusia por el asunto.
También Canadá, Francia y Turquia se enfrentan a movimientos separatistas pero estos tres no titubearon en reconocer a Kosovo como estado independiente.
México por su parte ha guardado un ominoso silencio pero eventualmente va reconocer a Kosovo y no creo que tarde tanto tampoco. Dirán en la SRE que eso se debe a alguna doctrina o por respeto a la soberanía, a la autodeterminación o a algo evasivo por el estilo pero la verdad es que no quiere ser el primero en América Latina en dar el paso.
Mientras tanto hay que agregar esta bandera, sin duda la más fea del mundo (y eso que la de Bosnia es horrible) a la colección.