21.2.08

El Poder del Documental

Este domingo es la entrega de los premios de la academia. Una categoría de los oscares que me parece esta recibiendo bastante más atención en los últimos años pero no toda la que merece es el que se otorga al mejor documental. El género del documental, un cruce de un noticiero y una película, con unas cuantas excepciones no ha podido atrapar a un público muy numeroso. Se podría argumentar que la gente va al cine a distraerse y divertirse y no a ponderar los problemas del mundo y escuchar un debate de ideas. Para esto están las conferencias, las columnas de opinión en los periódicos y los blogs.
Pero no me llega a convencer esto. Las mejores películas entrelazan ideas e imágenes y provocan reflexiones. Pero lo hacen en otro nivel gracias a un elemento que ni las conferencias, ni los periódicos ni los blogs poseen: su narración es (o debe ser) visual. De allí que el documental es un género aparte y en eso radica su peculiar poder.
Unos cuantos documentales me parece han podido canalizar este poder narrativo y sus ideas han penetrado en la conciencia pública y discursos políticos. Uno es el ganador del año pasado del oscar, An Inconvenient Truth, que pudo más que cualquier libro, conferencia o artículo periodístico hacer llegar a un público masivo el mensaje de que el calentamiento global es un problema real y alarmante. Otro documental que tuvo un impacto enorme fue Farenheit 911 sobre las mentiras y manipulaciones del gobierno americanos en torno a la guerra de Irak y, en menor medida, Bowling for Columbine, sobre el culto a las armas en EEUU.
Luis Mandoki trató de ser el Michael Moore mexicano con sus dos documentales: ¿Quién es el Señor López? y Fraude 2006. Fracasó, pero en mi opinón por haber presentado dos pésimas obras que más que documentales creo que son infomerciales políticos: huecos, simplones y sobre todo aburridos.
Este año la academia ha nominado a cinco películas: No End in Sight trata sobre la ineptitud con la que la administración Bush manejó a Irak en la pos-guerra, Operation Homecoming también trata del conflicto en Irak pero desde la perspectiva del soldado raso americano mientras que Taxi to the Dark Side toca el tema de los abusos cometidos en nombre de la guerra contra el terrorismo. Tres películas que reflejan no solo la obsesión de los gringos con su catastrófica aventura bélica sino sobre todo el pesimismo, hartazgo y sentido de que su país se encuentra empantanado.
Otro documental nominado es Sicko de Michael Moore y trata de otro tema político igual de controversial: el disfuncional estado del sistema médico en EEUU, una devastadora crítica a las compañías aseguradoras y a las farmacéuticas por igual. El último documental nominado es War/Dance que trata sobre la infancia en Uganda, de como la guerra civil en ese país ha trastornado su vida y de como a través de la música y el baile superan sus traumas. Espero que esta gane, aunque no la he visto (Sicko es la única que he podido ver).
De los documentales nominados el año pasado ya he comentado (muy positivamente) sobre Jesus Camp, que toca el tema del fundamentalismo cristiano en EEUU (el cuál se puede ver íntegro en YouTube) y sobre An Inconvenient Truth. Recomiendo también la extraordinaria obra Iraq in Fragments en el que niños irakíes narran en sus propias palabras lo que han vivido en estos últimos años. Abajo los primeros diez minutos, el resto lo pueden encontrar en YouTube:

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